Precalienta tu horno a 180 °C (356°F).

Tuesta las tortillas en la rejilla del medio hasta que estén duras y quebradizas, unos 5-7 minutos.

En una licuadora (o con un tenedor), combina ½ mango maduro, 1 cucharadita de azúcar, una pizca de sal, una pizca de jengibre, 2 cucharadas de salsa de chile agridulce y el jugo de 1 limón.

Licúa o machaca hasta que quede suave. ¡Tu chutney está listo!

En un tazón, bate 4 huevos con ½ del chutney.

Incorpora la espinaca picada, 1 tortilla rota más la mitad de la segunda tortilla, y la mitad del queso rallado. Sazona con sal y pimienta negra.

Vierte la mezcla en un sartén apto para horno.

Espolvorea el queso restante por encima y acomoda el resto de la segunda tortilla en trozos.

Hornea por ~ 10 minutos, o hasta que el queso esté derretido y ligeramente dorado.

Mientras la frittata se hornea, marina la cebolla roja en rodajas con sal y un chorrito de vinagre de vino.

Para servir, pon 2 cucharadas de yogur en el centro, rocía el chutney restante por encima y termina con la cebolla marinada.

Agrega más espinaca para un relleno lleno de verduras.

Cambia por una tercera tortilla (o chips de lentejas) para un crujido extra.

Reemplaza el mango con piña y reduce el azúcar.

Usa huevos adicionales para una frittata más alta y firme.