Pon a hervir agua hasta la mitad en una olla grande (10+ litros de volumen)

Corta las hierbas en trozos pequeños

Corta la cebolla en trozos pequeños

Pica finamente el ajo

Llena un bol grande hasta la mitad con agua fría

Retira el tallo (la parte verde) de todos los tomates San Marzano frescos

Haz un corte en forma de cruz en la base (opuesta al tallo) de cada tomate San Marzano con un cuchillo afilado y dentado

Cuando el agua de la olla grande hierva, cocina los tomates cortados durante 2 minutos, para que la piel empiece a desprenderse de la pulpa

Con una espumadera, pasa los tomates escaldados de la olla al bol con agua fría.

Pela todos los tomates

Ahora puedes desechar el agua de la olla grande (o riega las flores de tu amiga...)

En la olla grande, sofríe las cebollas con aceite de oliva y el ajo picado

Añade los tomates San Marzano escaldados y pelados

Añade las hierbas, sal, azúcar y especias

Remueve cada 5 minutos y aplasta los tomates cada vez más

Cuando todos los trozos de tomate estén bien pequeños o triturados, incorpora la pasta de tomate

Deja cocer durante unos 30 minutos más para que la salsa se reduzca

Ahora pasa la salsa de tomate por un colador (el colador debe ser lo suficientemente fino para retener las semillas de los tomates, pero no demasiado fino para dejar pasar suficiente pulpa). Si los tomates que usaste tienen muy pocas semillas y no te molesta un ligero regusto amargo, puedes simplemente triturarlo todo.

Por último, sazona con aceite de oliva, sal y especias al gusto.

¡Felicidades, has hecho la que probablemente sea la mejor salsa de tomate con tomates San Marzano completamente frescos! ¡Disfrútala con una deliciosa pizza casera o unos gnocchi frescos caseros!

Consejo: Debido al proceso de colado, esta salsa de tomate es bastante laboriosa. Así que haz una cantidad mayor y envasa la mayor parte en tarros de conserva. ¡Cada vez que usarías una salsa de tomate enlatada, ahora podrás disfrutar de la mejor salsa de tomate San Marzano casera del mundo!