Pon los 500 g de garbanzos secos en un bol grande y cúbrelos generosamente con agua fría. Déjalos en remojo durante al menos 12 horas, pero no más de 24 horas. Casi duplicarán su volumen. ¡Bajo ningún concepto uses garbanzos enlatados, de lo contrario acabarás con una masa líquida de hummus!
Después de remojar, escurre bien los garbanzos y enjuágalos a fondo con agua fría. Es importante que estén bien escurridos antes de procesarlos.
Pica gruesamente el perejil fresco y el cilantro fresco. Pela los dientes de ajo.