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Los rollos de arándanos son un clásico de la comida reconfortante, perfectos para el desayuno, el brunch o una merienda. Su origen se remonta a diversas tradiciones de bollos dulces, a menudo evolucionando a partir de rollos de canela o pasteles rellenos de frutas. Estos rollos, con su masa suave y esponjosa y explosiones de arándanos jugosos, evocan una sensación de calidez y nostalgia. Esta receta asegura una miga tierna y un delicioso equilibrio de dulzura, convirtiéndolos en un favorito de la familia. El uso tanto de mantequilla derretida en la masa como de mantequilla ablandada para untar crea una textura rica y ayuda a que los arándanos se adhieran perfectamente, asegurando que cada bocado esté lleno de bondad frutal. Ya sea que se disfruten calientes recién salidos del horno o como un delicioso bocadillo más tarde, estos rollos seguramente te sacarán una sonrisa.
Ninguno
Fácil
1 h 10 min
Picor
Ninguno
Dificultad
Fácil
Tiempo
1 h 10 min
Preparación
45 min
Cocinar
25 min
Alérgenos
Harina (de trigo) para todo uso
500 gramos
Miel
50 gramos
Levadura seca instantánea
7 gramos
Sal
1 cucharadita
Leche tibia
250 mililitros
Mantequilla sin sal
75 gramos
Huevo
1
Arándano
150 gramos
¡Todo listo! ¡A disfrutar!
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Preparación de la Masa
1
En un bol grande, combina la harina de trigo, la miel, la levadura seca activa y la sal. Dales una mezcla rápida para combinar.
2
Añade la leche tibia, la mantequilla derretida y el huevo a los ingredientes secos. Mezcla todo con una cuchara o con tus manos hasta que se forme una masa suave.
3
Transfiere la masa a una superficie ligeramente enharinada y amasa durante unos 5-7 minutos hasta que esté suave y elástica.
Primer Levado
1
Vuelve a colocar la masa amasada en el bol. Cubre el bol con un paño húmedo o papel film.
2
Deja que la masa suba en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño de forma notable.
Montaje de los Rollos
1
Una vez que la masa haya subido, desinfla suavemente para liberar el aire. En una superficie ligeramente enharinada, estira la masa hasta formar un rectángulo grande, de aproximadamente ½ cm (aproximadamente ¼ de pulgada) de grosor.
2
Unta uniformemente los 50g de mantequilla ablandada sobre toda la superficie de la masa estirada, dejando un pequeño borde alrededor de los bordes.
3
Esparce los 150g de arándanos frescos o congelados uniformemente sobre la masa untada con mantequilla. Si usas arándanos congelados, no es necesario descongelarlos primero.
4
Empezando por el lado largo, enrolla cuidadosamente la masa hasta formar un tronco apretado.
5
Usando un cuchillo afilado o hilo dental, corta el tronco en 12 piezas iguales. Coloca los rollos con el lado cortado hacia arriba en una fuente para hornear forrada con papel de horno, dejando un poco de espacio entre cada rollo.
Segundo Levado
1
Cubre la fuente para hornear con un paño y deja que los rollos suban de nuevo en un lugar cálido durante unos 30 minutos, o hasta que se vean hinchados.
Horneado
1
Precalienta tu horno a 180°C (350°F).
2
Hornea los rollos durante 20-25 minutos, o hasta que estén bellamente dorados por encima y cocidos por completo.
Sugerencias para Servir
1
Deja que los rollos de arándanos se enfríen ligeramente en la fuente para hornear antes de servir. Se disfrutan mejor tibios.
2
Opcional: Para un toque extra de dulzura, puedes rociar un simple glaseado sobre los rollos tibios. De lo contrario, sírvelos tal cual y ¡a disfrutar!