Lava los pepinos.
Ponlos en un tarro de conserva con todos los demás ingredientes.
Cúbrelos con agua salada muy salada.
Déjalos reposar unos días.
Atención: Si el tarro no cierra bien o la temperatura ambiente es demasiado cálida, etc., los pepinos pueden estropearse; consúmelos con precaución.
Saben extremadamente bien con patatas y huevo.