Derrite la mantequilla en una sartén pequeña (18-20cm de diámetro) a fuego bajo (por ejemplo, nivel 3 de 9).
Añade los 4 huevos batidos y revuelve continuamente, sin parar. No debe asentarse huevo cuajado en el fondo.
Si el huevo se cuaja demasiado, retira la sartén del fuego inmediatamente y reduce el calor. Vuelve a ponerla en el fuego según tu criterio.
Revuelve hasta que el huevo emulsione con la mantequilla derretida y alcance una consistencia cremosa (puede tardar hasta 10 minutos).
Cuando el huevo tenga la cremosidad deseada, extiende la mezcla uniformemente en el fondo de la sartén pequeña y deja reposar brevemente hasta que se forme una capa estable en la parte inferior del huevo.
Inclina la sartén y, con una espátula, enrolla el huevo de arriba hacia abajo.