Coloca los huevos en una cacerola pequeña y cúbrelos con agua fría. Lleva el agua a ebullición a fuego alto, luego reduce el fuego a medio. Cocina durante unos 10-12 minutos para huevos duros. Una vez listos, escurre el agua caliente y transfiere los huevos a un baño de hielo para que se enfríen rápidamente. Esto los hace más fáciles de pelar.

Mientras los huevos se enfrían, prepara los demás ingredientes. Pela y pica finamente la cebolla roja en cubos pequeños. Parte el aguacate por la mitad, retira el hueso y saca la pulpa.

Una vez que los huevos estén lo suficientemente fríos para manipularlos, pélalos y añádelos a un tazón mediano. Agrega el aguacate en cubos, la cebolla roja picada, el requesón y la levadura nutricional al tazón.

Escurre bien el atún enlatado para eliminar cualquier exceso de líquido, luego añádelo al tazón con los demás ingredientes.

Sazona todo con unas pizcas de sal, pimienta negra y una cucharada de jugo de limón. Siéntete libre de ajustar el sazón a tu gusto.

Con un tenedor, machaca y mezcla todos los ingredientes hasta obtener una crema untable bien combinada y con trozos. No te preocupes si no queda perfectamente suave; ¡un poco de textura es genial!

Lava y seca bien tus hojas de lechuga romana. Necesitarás unas 4-6 hojas grandes y crujientes para dos porciones.