Precalienta tu horno a 180°C (350°F) con el ventilador encendido. Prepara un molde para pan o una bandeja para hornear rociándola generosamente con spray de aceite de aguacate.
Lava y corta en cubos tus fresas. En un tazón pequeño, mezcla suavemente las fresas en cubos con 1 cucharada de maicena. Esto ayuda a evitar que se hundan en el fondo de la masa durante el horneado.