Pela y pica en trozos grandes la remolacha, la cebolla y el ajo.

Calienta el aceite de oliva en una olla grande o cacerola a fuego medio.

Añade la cebolla picada y cocina durante unos 5-7 minutos hasta que esté blanda, pero no dorada.

Incorpora el ajo picado, sazona con sal y cocina por un minuto más hasta que esté fragante.

Añade la remolacha picada y el caldo de verduras a la olla. Lleva a ebullición, luego reduce el fuego, tapa y cocina a fuego lento durante 20-25 minutos, o hasta que la remolacha esté tierna al pincharla con un tenedor.

Mientras la sopa se cocina a fuego lento, corta las rebanadas de pan en cubos pequeños.

Calienta un poco de aceite de oliva (o mantequilla) en una sartén a fuego medio, o precalienta tu horno a 180°C.

Si usas una sartén, añade los cubos de pan, sazona con sal, pimienta negra, ajo en polvo y otras especias a tu gusto, y cocina, revolviendo ocasionalmente, hasta que estén dorados y crujientes. Si usas el horno, mezcla los cubos de pan con aceite de oliva y extiéndelos en una bandeja para hornear. Hornea durante 10-15 minutos, volteándolos a mitad de cocción, hasta que estén dorados y crujientes.

Reserva los picatostes.

Una vez que la remolacha esté tierna, retira la olla del fuego.

Licúa cuidadosamente la sopa hasta que esté completamente suave usando una batidora de inmersión o transfiriéndola en tandas a una licuadora normal.

Regresa la sopa a la olla (si usaste una licuadora normal) e incorpora la leche de coco. Calienta suavemente, pero no dejes que hierva.

Sazona la sopa con sal y pimienta al gusto. Añade más si es necesario.

Sirve la sopa caliente en tazones. Cubre generosamente con los picatostes caseros y un poco de brotes frescos.

Disfruta de esta súper deliciosa Sopa Cremosa de Remolacha y Coco. ¡Es un plato colorido y reconfortante perfecto para cualquier época del año!