Empieza poniendo la yema de huevo en un frasco. Asegúrate de que el frasco esté limpio y seco.
Añade el vinagre de sidra de manzana con rábano picante y la sal al frasco con la yema de huevo.
Bate la mezcla vigorosamente con un batidor o usa una batidora de mano eléctrica a baja velocidad hasta que todo esté bien combinado y ligeramente espumoso.
Ahora, esta es la parte más importante: muy lentamente, empieza a añadir el aceite vegetal. Viértelo en un chorro súper fino y constante mientras bates o mezclas continuamente. Si añades el aceite demasiado rápido, la mayonesa podría no emulsionar correctamente y podría separarse.
Sigue batiendo y añadiendo el aceite hasta que todo esté incorporado y la mezcla se haya espesado hasta convertirse en una mayonesa cremosa y de color amarillo pálido.
¡Disfruta de esta mayonesa súper deliciosa! Es sencilla, sabrosa y te traerá esos buenos viejos recuerdos.