Pica finamente las cebollas.
Pica los dientes de ajo.
Pica o tritura groseramente la albahaca fresca y las hojas de tomillo (reserva las hierbas para más tarde).
Sofríe las cebollas.
Calienta el aceite de oliva en una sartén o olla grande a fuego medio.
Agrega las cebollas picadas y cocina hasta que estén blandas y translúcidas (unos 5-7 minutos).
Agrega el ajo.
Incorpora el ajo picado y la primera pizca de sal. Cocina durante aproximadamente 1 minuto hasta que esté fragante, asegurándote de que no se queme.
Agrega la carne picada a la sartén.
Usa una cuchara para desmenuzarla y cocina hasta que esté dorada por todas partes. Si hay mucha grasa en exceso, puedes escurrirla con cuidado.
Incorpora el resto de la sal, la pimienta negra, la ajedrea, la pimienta de cayena, el pimentón dulce y la cúrcuma.
Cocina durante unos 2-3 minutos, revolviendo constantemente, para que las especias se vuelvan fragantes.
Vierte el puré de tomate.
Revuelve todo bien.
Lleva la salsa a un hervor suave, luego baja el fuego. Cubre la sartén y déjala cocinar durante al menos 15 minutos, revolviendo ocasionalmente.
Incorpora la albahaca fresca y el tomillo preparados a la salsa. Deja que hierva a fuego lento durante otros 5 minutos.