@Flora
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¡No hay nada mejor que el aroma a kozunak recién horneado llenando la casa! Esta receta te guiará a través de la magia de crear un verdadero kozunak casero: suave como el algodón, con una dulzura delicada, aroma a cítricos y vainilla, y esa textura única de hebras que se derrite en la boca. Compartimos consejos y técnicas probadas, incluyendo el tradicional "golpeo" de la masa, para que prepares el kozunak más delicioso para la fiesta.
1 kilogramo
300 gramos
300 gramos
6
6
200 mililitros
80 mililitros
60 gramos
1
1
1
2 paquetes
42 gramos
42 gramos
40 miligramos
200 gramos
20 gramos
Paso 1: Preparación del iniciador (activación de la levadura)
En un bol, desmenuza la levadura fresca junto con 1 cucharada de azúcar y mezcla hasta que la levadura se licúe.
A la levadura líquida, añade 3 cucharadas de harina y 40 ml de agua tibia (no caliente). Es importante que todos los ingredientes estén tibios para no detener la activación de la levadura.
Mezcla bien hasta obtener una papilla suave y de consistencia media.
Cubre el bol con un paño o film transparente y deja en un lugar cálido durante unos 15-20 minutos, hasta que la mezcla duplique su volumen y aparezcan burbujas en la superficie. Esto indica que la levadura está activada.
Paso 2: Amasado de la masa principal
En un bol grande o bandeja, tamiza unos 900 gramos de harina. Tamizar ayuda a incorporar aire a la harina, lo que contribuye a un kozunak más esponjoso.
Haz un hueco en el centro de la harina.
En el hueco, añade los 5 huevos y 300 gramos de azúcar. Mezcla con un tenedor hasta que el azúcar comience a disolverse y los huevos se mezclen bien con el azúcar.
Añade la leche tibia, el aceite, 50 g de la mantequilla derretida, 2 sobres de vainilla, la ralladura de limón y naranja. Mezcla para que todo se combine bien.
Añade el iniciador de levadura activado a los ingredientes líquidos en el hueco.
Mezcla todo con cuidado, comenzando a incorporar gradualmente la harina de los bordes del hueco hacia el centro. Inicialmente, mezcla con un tenedor, y luego comienza a amasar con las manos. Obtendrás una masa muy pegajosa y difícil de amasar.
Paso 3: Amasado intensivo
Espolvorea generosamente la superficie de trabajo con harina.
Vierte la masa pegajosa sobre la encimera. Espolvorea un poco de harina también por encima.
Comienza a amasar enérgicamente durante unos 15-20 minutos. El amasado desarrolla el gluten en la masa, lo que da lugar a las características "hebras" del kozunak.
Durante el amasado, levanta periódicamente la masa y golpéala ("bate") contra la encimera – tradicionalmente se dan unos 100 golpes. Esto ayuda a la elasticidad de la masa. Amasa hasta que la masa esté suave, elástica y deje de pegarse tanto (pero aún debe permanecer suave).
No estoy segura de si golpear la masa ayuda a su elasticidad, pero definitivamente es terapéutico para liberar toda la energía negativa, lo cual es importante, porque la comida sabe mejor cuando se prepara con mucho amor.
Paso 4: Primer levado
Engrasa un bol grande o una olla.
Forma una bola suave con la masa amasada y colócala en el bol engrasado.
Cubre el bol herméticamente con film transparente o, si usas una olla, ponle la tapa. Esto es importante para que no se forme una costra sobre la masa.
Deja que la masa leve en un lugar cálido durante aproximadamente 1.5 - 2 horas, o hasta que triplique su volumen. Mi abuela siempre la ponía en el horno, sin encenderlo.
Paso 5: Adición del relleno y formado
Una vez que la masa ha levado bien, amásala ligeramente sobre una superficie engrasada para sacar el aire.
Divide la masa en dos partes iguales (para dos kozunaks).
Toma una parte, estírala ligeramente y espolvorea con la mitad de las pasas (o el relleno de tu elección). Amasa ligeramente para distribuir las pasas.
Divide esta parte en tres bolas iguales. Con cada bola, forma un cordón largo (rollo). Intenta que los cordones tengan aproximadamente la misma longitud.
Trenza los tres cordones en una trenza clásica. Mete los extremos por debajo.
Repite el proceso con la segunda mitad de la masa y el resto de las pasas.
Paso 6: Segundo levado
Traslada con cuidado los kozunaks trenzados a una bandeja con papel de hornear.
Cúbrelos de nuevo con film transparente y un paño.
Déjalos levar en un lugar cálido durante otras 1 - 1.5 horas, o hasta que dupliquen su volumen y llenen la bandeja.
Paso 7: Barnizado y espolvoreado
Precalienta el horno a 160°C (con ventilador). (Nota: La temperatura puede variar según el horno.)
En un bol pequeño, bate la yema del sexto huevo con 1-2 cucharadas de leche. La leche protegerá la corteza para que no se queme.
Barniza cuidadosamente la superficie de los kozunaks levados con la mezcla de huevo, usando una brocha suave o los dedos.
Espolvorea generosamente con azúcar granulada para una corteza crujiente y pistachos picados (u otros frutos secos de tu elección, como almendras laminadas, nueces, etc.).
Paso 8: Horneado
Coloca la bandeja con los kozunaks en el horno precalentado en la rejilla más baja.
Hornea durante unos 30-35 minutos. Vigila los kozunaks – si empiezan a dorarse demasiado rápido por encima, cúbrelos ligeramente con papel de aluminio para que no se quemen mientras se hornean por dentro.
Para comprobar si el kozunak está listo, pincha la parte más gruesa con un palillo de madera o un mondadientes. Si sale limpio y seco, sin masa pegada, significa que está horneado.
Saca los kozunaks terminados del horno.
Paso 9: Enfriamiento
Deja que los kozunaks se enfríen ligeramente en las bandejas durante unos 10-15 minutos, luego sácalos con cuidado y colócalos sobre una rejilla metálica para que se enfríen completamente. Esto evita que la parte inferior se humedezca.
Una vez completamente frío, ¡tu kozunak casero está listo! Disfruta de la masa suave y esponjosa con hebras.
¡Felices fiestas y que aproveche!