Cocina la pasta según las instrucciones del paquete, o prepara tu receta favorita de pasta fresca.
Pela y corta gruesamente las cebollas y el ajo.
Calienta el aceite. Sofríe las cebollas y el ajo hasta que estén transparentes (no dejes que se doren).
Añade la leche de almendras. Deja que hierva a fuego lento por un momento.
Después, tritura finamente con una batidora de mano.
Añade la mantequilla de almendras y mezcla bien.
Separa el perejil del tallo.
Calienta aceite y fríe el perejil en él. Escúrrelo sobre papel de cocina.
Sirve en un plato; si quieres, puedes añadir almendras picadas gruesas.
¡¡¡Buen provecho!!!