celly
@celly
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Una reconfortante y abundante sopa de pollo, cocinada a fuego lento con tiernas patatas y zanahorias. Esta receta clásica utiliza muslos y alitas de pollo para obtener un caldo rico, perfecto para una comida acogedora.
Descripción general
Dificultad
Picor
Tiempo
Preparación
Cocinar
Etiquetas
Porciones
4
1 litro
1
1
3
Preparar el pollo:
Retira las pechugas de pollo y resérvalas para otra receta.
Usa la carcasa, los muslos de pollo y las alitas de pollo para la sopa.
Hervor inicial y espumado:
Coloca los muslos de pollo y las alitas en una olla grande y cúbrelos con agua.
Añade sal, pimienta y las hierbas que prefieras.
Lleva la olla a ebullición. Cuando empiece a hervir, notarás que aparece espuma (suciedad) en la parte superior.
Retira esta espuma con una cuchara para asegurar un caldo más claro.
Después de espumar, reduce el fuego y deja que la sopa hierva a fuego lento durante 1,5 horas.
Retirar el pollo y separar la carne:
Retira con cuidado los trozos de pollo de la olla.
Deja que se enfríen un poco, luego retira la carne de los huesos y resérvala.
Añadir las verduras:
Pela y corta las zanahorias y las patatas en trozos.
Vuelve a poner la olla al fuego y añade las zanahorias y las patatas troceadas al caldo.
Hierve durante 10 minutos más, o hasta que las patatas estén tiernas.
Combinar y finalizar:
Vuelve a poner la carne de pollo desmenuzada (de los muslos y las alitas) en la olla.
Prueba la sopa y ajusta la sazón según sea necesario con sal o pimienta adicionales.
Servir:
Sirve la sopa en cuencos y ¡disfruta de tu abundante sopa de pollo casera!