Corta 2 berenjenas medianas en rodajas del grosor de un dedo.
Pasa las rodajas primero por 2 huevos (batidos) y luego por una mezcla de 50 g de parmesano rallado y 50 g de pan rallado.
Fríe las rodajas de berenjena empanizadas en aceite de oliva hasta que estén doradas.