Elisakocht
@elisakocht
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Para mí, el domingo es el día perfecto para cocinar: un momento para relajarme tranquilamente y cortar con toda comodidad. ¡Precisamente por eso esta parmigiana casera luce ideal! Aunque a algunos les suene raro, cocinar es mi forma de relajarme. Como actualmente no podemos comer en nuestro restaurante italiano favorito, he decidido preparar la parmigiana yo mismo. Quien tenga prisa, verá que esta receta requiere algo de tiempo, pero el esfuerzo merece la pena.
Descripción general
Dificultad
Picor
Tiempo
Preparación
Cocinar
Etiquetas
Porciones
3
2
50 gramos
50 gramos
2
1
2
1 cucharadita
50 mililitros
2
2
Preparar las berenjenas
Corta 2 berenjenas medianas en rodajas del grosor de un dedo.
Pasa las rodajas primero por 2 huevos (batidos) y luego por una mezcla de 50 g de parmesano rallado y 50 g de pan rallado.
Fríe las rodajas de berenjena empanizadas en aceite de oliva hasta que estén doradas.
Preparar la salsa de tomate
Corta en dados 1 cebolla y pica finamente 2 dientes de ajo.
Calienta un poco de aceite de oliva en una olla, añade las cebollas y el ajo y sofríelos hasta que estén transparentes.
Añade 1 cucharadita de azúcar y deja que se caramelice brevemente.
Desglasa con 50 ml de vino blanco y deja que el líquido se reduzca durante unos 5 minutos.
Añade 2 latas de tomate triturado.
Sazona la salsa con orégano seco, albahaca, sal y pimienta.
Deja que la salsa hierva a fuego lento durante unos 10 minutos.
Colocar las capas del gratinado
Unta el fondo de una fuente para horno con un poco de salsa de tomate.
Coloca una capa de rodajas de berenjena fritas encima.
Corta 2 bolas de mozzarella en rodajas y distribúyelas sobre las berenjenas.
Repite el proceso de capas: salsa de tomate, berenjenas y de nuevo salsa de tomate.
Cierra el gratinado con una capa final de mozzarella.
Hornear
Hornea el gratinado a 200 °C (calor arriba y abajo) durante unos 20 minutos, hasta que la mozzarella se haya derretido y esté ligeramente dorada.