Envuelve las patatas en papel de aluminio.

Ásalas en el horno precalentado durante 45–60 minutos, hasta que estén blandas.

Corta en dados 2 cebollas grandes y 2 zanahorias.

Corta finamente 2 chiles (pícalos bien).

Pica finamente 1 diente de ajo.

Pela 1200 g de tomates. Para ello, haz un corte ligero en los tomates, sumérgelos brevemente en agua hirviendo, enfríalos y retira la piel. Así obtendrás una salsa especialmente fina.

Remoja 100 g de soja texturizada (fina) en agua según las instrucciones del paquete, escúrrela bien.

Fríe la soja texturizada remojada en 3 cucharadas de aceite para freír en una sartén hasta que esté dorada por todos lados y resérvala.

Sirve las patatas asadas calientes junto con el contundente Chili sin Carne.

Acompaña con el guacamole fresco como dip cremoso.

Calienta 3 cucharadas de aceite para freír en la misma sartén.

Sofríe las cebollas cortadas en dados hasta que desarrollen un agradable aroma tostado.

Añade los dados de zanahoria y fríelos también.

Incorpora los chiles picados y 2 cucharaditas de comino molido, remueve brevemente.

Añade los 1200 g de tomates pelados.

Incorpora el ajo picado y 1 cucharadita de canela.

Sazona generosamente con sal y pimienta.

Deja cocer la salsa a fuego reducido durante 60 minutos.

Añade 300 g de frijoles rojos y 100 g de maíz.

Deja cocer todo durante otros 30 minutos.

Rectifica el sabor con sal, pimienta y chile en polvo.

Machaca 1 aguacate maduro.

Corta 1 tomate en dados pequeños.

Corta finamente ½ cebolla en dados.

Pica finamente 2 ramitas de cilantro.

Pon todo junto en un bol, añade 2 cucharadas de zumo de lima y mezcla bien.

Sazona el guacamole con sal y pimienta.