Elisakocht
@elisakocht
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Estas pequeñas bolitas de calabacín me encantan. Por fuera quedan maravillosamente crujientes, mientras que por dentro se mantienen agradablemente suaves y cremosas. Como el ingrediente principal es el calabacín bajo en calorías, me parecen ideales para una dieta consciente de la figura. En lugar de harina convencional, he usado harina de garbanzo en esta receta, lo que hace que las bolitas sean aún más saludables. El queso de montaña le da a las bolitas de verdura un toque maravillosamente sabroso. Las bolitas de calabacín se preparan en un abrir y cerrar de ojos y, junto con una pequeña ensalada, son una comida completa. Alternativamente, también puedes disfrutarlas frías como un snack saludable entre comidas.
Descripción general
Dificultad
Picor
Tiempo
Preparación
Cocinar
Etiquetas
Porciones
4
2
1
3 cucharadas
3 cucharadas
150 gramos
70 gramos
70 gramos
1
1 cucharadita
Prepara el calabacín
Corta el calabacín a lo largo por la mitad y luego en cuartos. Retira las semillas para evitar que la masa quede demasiado aguada.
Corta el calabacín en dados
Corta el calabacín preparado en dados muy pequeños. Esto asegura una textura uniforme en la mezcla posterior.
Sofríe
Calienta un poco de aceite en una sartén y sofríe los dados de calabacín – quizás junto con cebolla finamente picada – durante unos 5 minutos. Asegúrate de que la verdura se cocine bien, pero que no se dore.
Mezcla
Deja enfriar la verdura sofrita. Luego, mézclala en un bol con queso de montaña, perejil picado, harina de garbanzo, pan rallado, un huevo y una pizca de sal.
Enfría
Mete la mezcla en la nevera durante 30 a 60 minutos para que repose bien y los sabores se combinen.
Forma y fríe
Con las manos ligeramente humedecidas, forma pequeñas bolitas con la masa. Fríelas en aceite dándoles la vuelta regularmente hasta que estén doradas por todos lados. Sirve las bolitas de calabacín calientes o frías.